EFICIENCIA AL MAYOR NIVEL
Passivhaus es el estándar de eficiencia energética más avanzado del mundo, y asegura una gran calidad del aire y del confort interior aumentando la durabilidad de los edificios debido a su cuidada ejecución.
CONFORTABLE.
Su sistema de ventilación suministra de forma imperceptible el aire fresco necesario. Este aire es previamente filtrado en el recuperador de calor y, junto con el alto grado de aislamiento y la homogeneidad de las temperaturas de las superficies que envuelven las estancias (suelos / paredes / techos), evita la formación de humedades y la generación de mohos. Se consigue así un inmejorable confort acústico, térmico y de calidad del aire.
ASEQUIBLE.
Teniendo en cuenta el ciclo de vida de los edificios, única forma de determinar sus costes reales, los edificios pasivos ahorran dinero. El ligero sobrecoste de su construcción (estimado entre un 5 y un 10% respecto de los edificios convencionales) se compensa en pocos años debido a la drástica reducción de su demanda de energía (hasta la décima parte).
SOSTENIBLE.
Un edificio pasivo requiere hasta un 90% menos de energía que un edificio convencional con la consiguiente reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera, lo que lo convierte en una alternativa sostenible real frente al resto de las construcciones convencionales.
LAS 5 CLAVES DE UN EDIFICIO PASIVO
Un edificio Passivhaus, o Casa Pasiva, actúa similar a un termo aislado, que mantiene su contenido a una temperatura correcta, sin la necesidad de calefacción o refrigeración activas, como ocurre con una cafetera.
1. LOS AISLAMIENTOS
Aumentar el espesor de los aislamientos reduce las pérdidas de calor en invierno, las ganancias de calor en verano y la demanda de energía para climatizar los edificios.
2. LAS VENTANAS
Las zonas más débiles de la envolvente son las ventanas. Por ello, es fundamental contar con carpinterías y vidrios de muy alta calidad con el fin de limitar al máximo la fuga de energía a través de ellas.
3. LA HERMETICIDAD
En los edificios convencionales el aire que se requiere en las estancias proviene de las infiltraciones que se producen a través de los encuentros de los elementos constructivos, a través de las ventanas y puertas o a través del paso de las instalaciones. En las casas pasivas esta entrada de aire se produce de una forma controlada lo que permite acondicionarlo de tal forma que el aporte se realiza en perfectas condiciones higiénicas, de temperatura y humedad.
4. LA VENTILACIÓN
La ventilación mecánica controlada con recuperación de calor es un sistema formado por dos circuitos: uno de entrada de aire fresco exterior y otro de salida de aire viciado interior. Ambos comparten un elemento común, el recuperador, en el que se aprovecha en más de un 80% el calor que transporta el aire viciado antes de ser expulsado y se transfiere al aire fresco exterior que, previamente filtrado, se atempera y se revierte a las estancias.
5. LOS PUENTES TÉRMICOS
Un puente térmico se comporta en un edificio como un agujero en un cubo de agua: aumenta el flujo de calor entre el interior y el exterior del mismo modo en que el agua se derrama a través del agujero del cubo. En los edificios pasivos se controla de forma rigurosa la eliminación de los puentes térmicos.